Filetes de lubina, tomates confitados, culis de pimiento rojo y espárragos salteados
¡La mayoría de nosotros ya ni nos acordamos de las vacaciones! Si lo deseas, con esta receta sencilla podemos prolongar el verano.
Para 4 personas
–8 filetes de lubina sin espinas
–2 manojos de espárragos verdes
–1 pimiento rojo
–3 tomates bien rojos
–1 diente de ajo
–Unas ramitas de tomillo fresco
–Aceite de oliva, sal, pimienta, azúcar en polvo
Preparación
Para los tomates confitados (pueden hacerse el día antes sin problema):
Calentamos el horno a 70 ºC. Ponemos a hervir una cazuela grande de agua. Quitamos el pedúnculo de cada tomate y con la ayuda de una puntilla, marcamos una cruz por el lado opuesto.
Sumergimos los tomates en el agua hirviendo un minuto. Los sacamos enseguida y los colocamos en un baño de agua helada. Quitamos la piel de cada tomate.
Cortamos los tomates en cuartos, y limpiamos las semillas. Guardamos solo la pulpa.
Disponemos los pétalos de tomates con el lado abombado hacia arriba sobre una bandeja cubierta por papel de cocción. Echamos unas gotas de aceite sobre cada pétalo, sal, una lámina de ajo muy fina, una pizca de azúcar y un poco de tomillo.
Horneamos 3 horas como mínimo.
Para el culis de pimiento:
Con la ayuda de un soplete, quemamos todas las partes del pimiento hasta que la piel se ponga negra. Introducimos el pimiento en de una bolsa de plástico, y la cerramos. Una vez el pimiento se haya enfriado, podremos pelarlo fácilmente.
Ponemos la pulpa del pimiento dentro de un mixer con un poco de aceite de oliva y una pizca de sal. Trituramos hasta conseguir una salsa cremosa.
Para los espárragos:
Cortamos la base dura de los espárragos y los pelamos sin tocar las puntas.
Calentamos aceite en una sartén y añadimos los espárragos. Dejamos cocer a fuego vivo 2 minutos. Los sacamos del fuego aún “al dente”.
Para el pescado:
Calentamos aceite de oliva en la misma sartén de los espárragos. Colocamos los filetes de pescado por el lado de la piel primero. Volteamos al cabo de un minuto y repetimos la operación un más minuto por el otro lado.
¡Solo queda presentar el plato guiándonos por la armonía de los colores!